En la cocina, los métodos de cocción son importantes para que una comida sea más o menos saludable. El objetivo de las técnicas de cocción es obtener un plato final agradable y digerible para el organismo. Desde la elección de los ingredientes hasta la aplicación de calor, todo importa.
El consumo en crudo de algunos alimentos, como las frutas y hortalizas, es el mejor modo de aprovechar todos sus nutrientes. Pero la cocción de alimentos es imprescindible para muchos otros que no podemos comer ni digerir en crudo, por ejemplo, los cereales y las legumbres.
El significado de cocción es hacer que un alimento crudo se convierta en comestible mediante calor. Según la técnica culinaria que se emplee, un alimento puede enriquecerse (sobre todo en calorías) o empobrecerse (en elementos minerales, vitaminas, fibra, etc).
Los métodos de cocción de los alimentos pueden modificar sus propiedades nutricionales una vez cocinados.
Hay que tener en cuenta que los tiempos de cocción de los alimentos también afectan a sus propiedades nutricionales. Las cocciones largas y a fuego intenso disminuyen el contenido en vitaminas sensibles a las altas temperaturas.
Por eso vamos a descubrir cómo preparar comida saludable dominando los diferentes tipos de cocción y teniendo en cuenta factores como el tiempo y el medio de cocción.
Hervido:
Es una de las formas de cocción de alimentos más útiles y saludables, ya que no añade calorías.
Aun así, hay que tener en cuenta que, con este método de cocción, hay una pérdida importante de vitaminas, como las del grupo B y C, que pueden reducirse hasta un 50% o 60%. Si ponemos a cocer el alimento desde agua fría, la pérdida es aún mayor.
Para evitar la pérdida de nutrientes, te recomendamos que cocines las verduras, hortalizas y pescado con el mínimo de agua posible y en el mínimo tiempo necesario.