EL BUEN DESCANSO

Los hábitos que no se deben perder: el buen descanso mental y el reposo físico

Para tener un estilo de vida saludable y mantenernos activos, es tan importante la buena alimentación y el ejercicio físico como tener un buen descanso. Tanto el reposo físico como el descanso mental son elementos fundamentales para sentirnos bien. 

Cuando aparece la falta de energía y la sensación de cansancio, suele deberse a motivos como una actividad física extenuante, períodos de estrés o descanso inadecuado. Por eso es tan importante tener en cuenta los períodos de reposo y descanso.  

Para los que siguen rutinas de ejercicio el descanso activo, o sea, el  periodo en el que descansas de tu ejercicio habitual pero sigues entrenando, es decir en actividad con una intensidad, frecuencia y esfuerzo menor,  es esencial para obtener los mejores resultados.  

El reposo físico

Para tu descanso físico es tan importante la calidad del sueño como llevar una alimentación sana y equilibrada y realizar algo de ejercicio moderado.

Dormir bien es fundamental para reponerse y recuperar la energía necesaria para afrontar el día a día en condiciones. Es la principal entre las formas de descanso, pero muy a menudo el sueño se ve afectado por el estrés y el malestar. 

Para dormir más y mejor puedes seguir estos consejos:

  1. Duerme 8 horas al día, todos los días. Los hábitos de sueño deben ser para cada día, no solo en vacaciones y los días de descanso. Por eso es preferible establecer una rutina de sueño con horarios regulares. 
  2. Elige una cama cómoda con un colchón de calidad y en un entorno y condición ambiental confortable. 
  3. Practica ejercicio moderado durante el día, pero evita la noche.
  4. Desconecta el teléfono móvil e internet y evita las redes sociales al menos 2 horas antes de acostarte. 
  5. No trabajes o veas la televisión en la cama, pero sí puedes realizar alguna actividad relajante como leer o escuchar música.
  6. Evita las cenas copiosas, así como moderar la ingesta de bebidas excitantes y alcohol durante el día. 

Como hemos visto en último consejo, la alimentación también afecta a cómo descansar bien. El buen descanso se puede potenciar con una alimentación variada y equilibrada, que incorpore las cantidades necesarias de nutrientes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. 

Una alimentación saludable es esencial para dormir bien.

Descansar bien y llevar una buena alimentación son un buen antídoto contra el cansancio y la fatiga. Por ejemplo, a partir de los 50 años se suele experimentar una pérdida de fuerza y de masa muscular. Los músculos juegan un papel clave en la calidad de nuestra vida cotidiana y una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales puede ayudar a mantenerlos en forma. 

El descanso mental

El derecho al descanso también incluye descansar la mente. Ya lo dice la Real Academia Española en la segunda definición de que es descanso: “Causa de alivio en la fatiga y en las dificultades físicas o morales”. 

El descanso mental es fundamental para evitar el estrés, uno de los factores que más afectan al bienestar y a la salud en las sociedades occidentales.

El estrés es uno de los factores que más malestar producen. Se presenta cuando una persona sufre de una tensión nerviosa fruto de situaciones como exceso de trabajo, ansiedad o situaciones traumáticas, entre otras. 

Cuando el estrés es puntual no supone ningún problema. Al contrario, puede ayudar a superar determinadas situaciones. Pero cuando este estrés se produce de forma continuada y sistemática es cuando se traduce en problemas físicos y psicológicos. 

Por eso, en cualquier manual sobre cómo descansar mejor, no se puede obviar la parte psicológica y mental. 

En el trabajo, por ejemplo, es recomendable hacer una pausa de unos 10 minutos, al menos 2 veces al día, para realizar técnicas de relajación. 

Chica yoga

Las técnicas de relajación que puedes practicar son muy variadas y especialmente útiles si sientes que no descansas bien. Incluyen desde actividades físicas como yoga hasta técnicas de respiración consciente o la meditación. 

La meditación se describe como un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo o pensamiento, con el fin de liberar a la mente de su actividad habitual. Con la meditación se puede llegar al buen descanso con imágenes inspiradoras, visualizándolas junto con algún pensamiento positivo. Otras formas de meditar es enfocarse a un objeto, recitar una palabra constantemente o bien desenfocando la tensión mental. 

La meditación tiene muchos beneficios como aplacar la ansiedad, subir los niveles de serotonina, optimizar el metabolismo, regular el funcionamiento del sistema cerebral y mejorar la presión sanguínea, la concentración y la memoria. 

Investiga en tu ciudad qué actividades de relajación o meditación se realizan en grupo o busca información para practicar en solitario. Decide cuál se adapta mejor a tu personalidad y estilo de vida y anímate a practicar. 

El descanso por definición incluye tanto el descanso mental como el reposo físico. Reposo no significa abandonarnos al sofá y tener una actitud pasiva y sedentaria. Al contrario, el correcto descanso requiere de acciones para conseguir un buen sueño y bienestar. Así evitamos la fatiga y tenemos una mejor calidad de vida.