No sabemos si fue primero el huevo o la gallina, pero sí sabemos que existen multitud de mitos falsos sobre las propiedades del huevo, su consumo y conservación. El huevo ha tenido mala fama durante décadas, especialmente en lo que se refiere a las calorías y a sus efectos sobre los niveles de colesterol.
Actualmente, el huevo se considera uno de los alimentos más completos e imprescindible en una dieta omnívora o vegetariana equilibrada y saludable. Por eso, desmontamos uno a uno 10 falsos mitos sobre el huevo.
MITO 1: el huevo crudo es más nutritivo
Una de las creencias más extendidas es que el huevo crudo es más nutritivo. Es falso. Lo cierto es que las propiedades del huevo cocido no son diferentes de las del huevo crudo ni tiene menos proteínas.
De hecho, con la cocción del huevo, se facilita la digestión de las proteínas, se liberan algunas vitaminas y minerales y, su consumo es más seguro porque se destruyen posibles microorganismos. Por ejemplo, entre las propiedades del huevo duro destaca que se elimina la avidina, un anti nutriente del huevo que dificulta la absorción de proteínas en el sistema digestivo.
MITO 2: el color del huevo importa
Falso. La única diferencia entre los huevos marrones y los blancos es la raza de la gallina. Nutricionalmente son idénticos, sin ninguna diferencia apreciable.
En España hay más producción de huevos de gallinas rubias y por eso este tipo de huevo copa los estantes. Además, la gente tiende a asociar los huevos marrones con huevos de campo y esto también tiene repercusión en el mercado.
MITO 3: el huevo de gallina es el más nutritivo
El huevo de gallina es el más consumido, con diferencia. Pero existen otros tipos de huevos que podemos consumir y que son igual o incluso más nutritivos. Los huevos de codorniz, por ejemplo, tienen 13 g de proteína por cada 100 g, más que los de gallina. Los huevos de pato y de oca, más escasos, tienen también una mayor proporción de proteínas y grasas.
Este hecho no resta importancia a las propiedades del huevo de gallina. Los huevos, todos, contienen los nutrientes necesarios para criar a los polluelos, es decir que son un alimento muy completo, con proteínas de alto valor biológico (se usa como estándar de referencia en los estudios de nutrición), vitaminas y minerales.