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Cereales de invierno y de verano, conoce sus diferencias

En la sociedad actual tenemos disponibilidad de todo tipo de alimentos durante todo el año. La globalización y el uso de técnicas avanzadas de cultivo lo permiten. Aun así, la mayoría de alimentos tienen sus temporadas naturales, cuando hay más oferta y con mejor calidad. En el caso de los cereales, también existen temporadas, tenemos cereales de invierno y cereales de verano.  

Los cereales se pueden almacenar de forma fácil y sin pérdida de calidad durante varios meses. Por eso, las temporadas del cereal no afectan a su consumo. Son un alimento básico que podemos consumir en cualquier momento y ocasión, también en forma de bebida, como EKO Miel y Jalea Real. Hoy descubrimos los secretos del cultivo de los cereales y sus temporadas.  

¿Qué son los cereales?

Los cereales forman parte de la familia de las gramíneas, una de las familias de plantas más extensas y diversas del planeta. Las gramíneas son plantas herbáceas que tienen flores hermafroditas que se agrupan en espigas.  

Buena parte de la alimentación humana se basa en las gramíneas. Por un lado, porque los consumimos directamente, tanto en grano como en harinas. Pero, además, muchas otras gramíneas se cultivan como alimento para ganado y aves de corral, de los que se consume su carne y derivados, como huevos y leche. Solo en España, el 60% del terreno agrícola se destina al cultivo de gramíneas.  

La mayoría de plantas pertenecientes a esta familia florecen en primavera, dando lugar a una mayor presencia de polen y los conocidos efectos de la alergia a las gramíneas, una de las más habituales. Aunque asociamos los cereales con la primavera, en realidad se dividen en dos grandes tipos: cereales de invierno y de verano.  

campo de trigo
Cereales de invierno

En este grupo encontramos el trigo, la cebada, la avena y el centeno. Se denominan de invierno porque la siembra se produce entre octubre y febrero, que en nuestras latitudes son los meses de más frío.   

Se trata de un cultivo largo, ya que las bajas temperaturas provocan un crecimiento lento en los primeros meses. Estos son los cereales que florecen en primavera y su recolección se realiza ya con el calor, entre finales de primavera e inicios de verano.  

El trigo es uno de los cereales con más peso en nuestra alimentación y tiene diferentes variedades. La cebada, el centeno y la avena se usan tanto para nuestra alimentación como para elaborar piensos para el ganado.  

La cebada y el centeno tostados son la base de la gama EKO, una preparación de cereales para beber que podemos disfrutar todo el año.  

mazorca de maiz
Cereales de verano

En este grupo encontramos el maíz, el arroz y también el sorgo, que se usa en forrajes para el ganado. Estos cereales se plantan con el calor y su cultivo es mucho más rápido. En algunos casos se denominan cereales de primavera, ya que la plantación se realiza en esta estación, antes de junio.  

La recolección llega a finales de verano, cuando podemos encontrar, por ejemplo, maíz fresco en el mercado.  

El almacenamiento de los cereales

En ambos casos, los cereales de invierno y de verano, se pueden almacenar durante largos periodos sin pérdida de calidad. Eso significa que su consumo no está ligado a la cosecha. 

Los cereales se recolectan con un grado de humedad muy bajo, son productos secos que no se echan a perder en poco tiempo. Además, su producción a nivel mundial y la facilidad de transporte también ayudan a que dispongamos de cereales todo el año. Hay que tener en cuenta que los ciclos de cultivo y recolección son al contrario en el hemisferio sur.  

Los cereales forman parte de una alimentación equilibrada y variada. Se consumen durante todo el año, por su disponibilidad y porque se pueden consumir de muchas maneras diferentes.  

Cereales de mil formas

La versatilidad de los cereales es enorme. Se pueden consumir en grano, tanto integral como perlado, sin el salvado exterior. En estos casos, como el arroz o la cebada, solo hay que hervirlos durante el tiempo necesario.  

Los cereales pueden molerse en harinas para elaborar panes, bollería, pasta y muchos otros productos. Este es el uso más habitual de cereales como el trigo y el centeno, pero también el arroz.  

Un grado intermedio entre harina y grano entero es la sémola que se obtiene al triturar ligeramente los granos de cereales, sea trigo, maíz o arroz. Esta preparación permite una cocción mucho más corta.  

Los copos son otra forma de consumir cereales. La avena se presenta a menudo en este formato, pero también el maíz.  

Los cereales también se pueden beber. EKO se elabora con los mejores cereales tostados y achicoria y es una alternativa al café. Los cereales mezclados con leche o una bebida vegetal, tanto caliente como fría, nos ayudan a empezar de una forma saludable y sin los efectos de la cafeína.  

chica bebiendo EKO
Cereales para cualquier momento

La versatilidad de los cereales también se traslada a la cocina. Con ellos podemos preparar todo tipo de platos, desde reconfortantes potajes y guisos en invierno hasta sabrosas y nutritivas ensaladas para el verano o deliciosos postres y dulces para cualquier momento.  

El pan, la pasta y el arroz están presentes todo el año en nuestras mesas ya que se adaptan a todo tipo de condimentos y preparaciones. Los cereales, preferentemente integrales, deberían estar presentes a diario en nuestra dieta.  

La gama de cereales para beber EKO se puede tomar tanto en caliente como en frío. Además, son un buen sustituto del café para multitud de recetas como batidos, bizcochos, mousse o helados. EKO aporta el toque de sabor inconfundible de los cereales. ¡Y para toda la familia!