El calcio es un macroelemento, ya que el organismo lo contiene y necesita en grandes cantidades. El 99 % del calcio del cuerpo humano está en los huesos y dientes, el resto en la sangre, músculos y pelo. El calcio es esencial en las primeras etapas de la vida para la formación correcta de la masa ósea. La vitamina D es imprescindible para la absorción del calcio de los alimentos y por el contrario los fitatos (presentes en cereales integrales y verduras) pueden reducir su absorción. A partir de los 25 años es importante mantener un nivel de calcio en sangre a través de los alimentos para que el cuerpo no recurra a sus depósitos corporales, como los huesos y dientes. Por esta razón se recomienda una ingesta adecuada de calcio, asegurando un consumo de lácteos de 2 a 4 raciones al día o de alimentos vegetales como las almendras, sésamo, col rizada, tofu, soja o alimentos enriquecidos, sin olvidar que la alimentación ha de ser variada.
Son abundantes en: leche, quesos y merluza.
Pueden ayudarte en caso de: sobrepeso y obesidad y mineralización ósea y dental.