La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Un estilo de vida saludable está directamente relacionado con ciertos hábitos de comportamiento, como la alimentación, la higiene y la actividad física, entre otros, hábitos de vida saludable todos ellos que debemos incorporar en nuestro día a día.
Los 10 hábitos de vida saludable para incorporar en tu día a día
La falta de sueño puede afectar negativamente a nuestro estado de ánimo, pero, sobre todo, a la capacidad para concentrarnos en nuestras actividades diarias. Dormir bien, al menos siete horas, es básico para que nuestro cuerpo se recupere del día a día.
Dormir poco es uno de los hábitos no saludables que más pueden perjudicar a nuestro organismo, ya que está asociado al aumento de peso, la hipertensión arterial, la depresión o un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Fijarte el sueño como una prioridad, puede ayudarte a controlar otros aspectos de tu bienestar, como el estrés. Una buena manera de serenar el organismo antes del descanso es seguir algunas técnicas de relajación para dormir como la respiración profunda, la relajación muscular progresiva, el yoga o la meditación para relajar cuerpo y mente. Todas ellas son técnicas que puedes practicar en casa.
Dentro de los 10 hábitos de vida saludable, que todos deberíamos incorporar a nuestro estilo de vida, la OMS destaca la importancia de mantener un bienestar psicológico y emocional, imprescindible para afrontar los retos personales y profesionales, y las relaciones sociales de nuestra vida diaria.
Combatir el estrés y la ansiedad es imprescindible para mantener un estado mental saludable. Empezar cada mañana con una taza de leche o bebida vegetal con cereales solubles EKO, como alternativa al café, te ayuda a evitar los efectos secundarios de la cafeína.
Para mantener la energía necesaria, EKO Magnesio, que además de las propiedades de los cereales aporta los beneficios del magnesio, es un buen apoyo para combatir el cansancio y la fatiga, contribuyendo también al bienestar físico y mental.
El tercer puesto en la lista de hábitos saludables que deberíamos incorporar a nuestro estilo de vida lo ocupa la alimentación. Es importante adquirir unos hábitos de alimentación que incluyan todos los grupos de alimentos en proporciones y frecuencias correctas y adaptados a nuestro tipo de alimentación: los hidratos deben ocupar alrededor de un 50% de la dieta, dependiendo de la actividad física, las grasas un 30-35%, priorizando aquellas con un perfil saludable, y las proteínas un 15-20%.
Los cereales juegan un papel muy importante en una dieta saludable, ya que aportan energía y nutrientes. Una opción para introducir una pequeña porción de cereales en nuestra dieta es en forma de bebida, ya sea en infusión con agua o mezclados con leche. EKO Natural, con cereales de cultivo ecológico, también puede disolverse en bebida de avena, arroz o almendras y tener así una bebida 100% vegetal con diferentes sabores. Y si preferimos una alternativa un poco más dulce, EKO Miel & Jalea Real presenta la clásica receta de cebada, centeno y achicoria son el suave sabor de la miel y la jalea real.
La alimentación está relacionada con el peso. Seguir una alimentación saludable nos puede ayudar a mantener un peso adecuado, y para seguir un estilo de vida saludable es importante combinarlo con ejercicio físico moderado.
El peso saludable es aquel que supone una horquilla de peso sin riesgo para la salud. El Índice de Masa Corporal (IMC) te ayuda a saber si tu peso está dentro de unos valores saludables, pero para que el resultado tenga sentido tiene que estar valorado por un profesional de la salud, ya que no siempre un IMC alto o bajo es signo de peso inadecuado.
Cuando hablamos de hábitos saludables y no saludables también tenemos que hacer una referencia al ejercicio físico frente al sedentarismo. Para hacer ejercicio físico moderado, tal como recomienda la OMS, se deben dedicar como mínimo 150 minutos semanales.
Con ello, nos aseguramos tener un buen balance energético y ayudamos a controlar la tensión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre. Además, si estamos nerviosos y estresados, caminar diariamente a buen ritmo es otra de las técnicas para reducir el estrés que podemos poner en práctica.
Los hábitos tóxicos son aquellos producidos por una sustancia nociva que incrementa el riesgo de nuestro organismo de sufrir algún daño. Entre ellos se encuentran los relacionados con el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
El tabaco y el alcohol se sitúan en primer plano por su gran difusión y aceptación en la sociedad, pero pueden llegar a provocar graves trastornos, no solo en la salud, sino en el desempeño de las actividades diarias. Son dos hábitos no saludables que deberíamos evitar a toda costa.
Una buena hidratación es esencial no solo para mantener los tejidos del cuerpo hidratados, sino también para eliminar los desechos del organismo y mantener la temperatura adecuada. Para conseguirlo es aconsejable beber agua antes que otro tipo de bebidas y aumentar el consumo de frutas y verduras.
Debemos mantener una higiene diaria obligatoria dentro de nuestros hábitos de vida saludable. Una higiene adecuada evita muchos problemas de salud, desde infecciones a problemas dermatológicos.
Seguir unas pautas de higiene personal adecuadas que garanticen mantenerte limpio y aseado a lo largo del día es bueno para la salud tanto física como mental.
El ser humano es un ser social y, por tanto, mantener relaciones sociales es fundamental. El aislamiento social puede conducir a un deterioro gradual de las capacidades tanto físicas como mentales.
Llevar un estilo de vida saludable implica tanto acciones a nivel individual como colectivo. Estar bien con nosotros mismos y con el ambiente que nos rodea es básico para mantener una buena salud física y mental.