Ya hemos hablado de la importancia de comer 5 veces al día y establecer unos ciertos horarios para ello, con la flexibilidad necesaria. Es importante tener un patrón regular de comidas, pero no debemos olvidarnos de la calidad de los alimentos que ingerimos.
A veces ponemos el foco en tener unos horarios para comer saludable, como si con esto bastara. La verdad es que de nada sirve organizarse si luego optamos por comer de manera habitual alimentos de consumo esporádico u ocasional. Por eso, no está de más repasar qué opciones de alimentos pueden formar parte de cada comida:
- Desayuno: se recomienda incluir un alimento del grupo de los cereales o derivados, priorizando las versiones integrales. Además, es un buen momento para incluir fruta fresca entera, y también para tomar un alimento rico en calcio, como un lácteo, por ejemplo.
- Snack a media mañana y merienda: hay muchas opciones posibles. Por ejemplo, un puñado de frutos secos crudos o tostados, un yogur, una tostada o bocadillo, fruta fresca entera...
- Comidas y cenas: las verduras y hortalizas deben ser las protagonistas, ya sea en forma de ensalada, crema de verduras, gazpacho, hervidas, salteadas... Es recomendable que, al menos una de las raciones de verduras y hortalizas del día sea en su versión cruda. Además, hay que tomar una porción adecuada de alimentos proteicos, como el pescado, el huevo, las legumbres o las carnes; y también de cereales, a poder ser integrales, y sus derivados (pasta, pan...) y/o tubérculos, como la patata. Por último, es recomendable que el postre sea fruta fresca entera.
En resumen, es importante establecer un horario para comer saludable, pero adaptado al ritmo de cada persona o familia y siempre siguiendo las bases de una alimentación equilibrada. ¡Te animamos a ponerlo en práctica!