La vitamina E es una vitamina liposoluble, es decir, que se encuentra en las partes grasas de los alimentos. Las principales fuentes de vitamina E son los vegetales, los cereales integrales y los aceites vegetales. Es muy raro e improbable tener una carencia de vitamina E con una alimentación variada y saludable. La vitamina E es una vitamina antioxidante, que limita la oxidación sobre todo de las grasas, protegiendo a las células de la sangre y los tejidos del daño producido por sustancias nocivas para el cuerpo, y de algún modo puede mejorar la salud cardiovascular. Es uno de los nutrientes característicos de la dieta mediterránea, por su presencia abundante en aceites vegetales, frutos secos y algunas verduras.
Son abundantes en: almendras, espinacas y aceite de girasol.
Pueden ayudarte en caso de: colesterol.