vitaminas

Las vitaminas son nutrientes esenciales con una función reguladora

La función de las vitaminas es la de regular múltiples procesos metabólicos y reacciones químicas que tienen lugar en nuestro organismo.

A pesar de que se requirieren en cantidades muy pequeñas, las vitaminas son vitales para el cuerpo. Si no se alcanza la cantidad necesaria se puede percibir fácilmente por la aparición de síntomas y problemas como: sensación de cansancio, falta de concentración o incluso se podrían llegar a contraer resfriados con más facilidad.

Se pueden clasificar en dos grupos: las vitaminas hidrosolubles como la C y las del grupo B, y las vitaminas liposolubles como la A, la D, la E y la K, que se encuentran en la fracción grasa de los alimentos.

Una alimentación equilibrada y variada es suficiente para cubrir los requerimientos en vitaminas. A más variedad de alimentos, más variedad de vitaminas se ingerirán. Y para asegurar su aporte, por un lado, se debe tomar en cada comida principal al menos una fruta o verdura cruda, y por otro lado, cuando se cuecen, es preferible hacerlo con técnicas cortas y con poco contacto con el agua, como por ejemplo, la plancha o el vapor.

Son abundantes en: naranja y lechuga. Además, las frutas, verduras y hortalizas congeladas, mantienen casi las mimas cantidades de vitaminas que en el momento de su recolección.

Cantidad diaria recomendada
Consumir 5 raciones de fruta y/o verdura al día, y realizar una dieta lo más variada posible (la dieta mediterránea es un buen patrón).
¿SABÍAS QUÉ?
Las vitaminas no aportan energía pero su déficit puede provocar la sensación de cansancio y fatiga.

Las vitaminas son muy sensibles al calor, la luz e incluso a la manipulación. Por esta razón se aconseja tomar en cada comida principal al menos una fruta o verdura fresca y cruda.

Aliñar con aceite de oliva mejora el aprovechamiento de las vitaminas liposolubles, como los precursores de la vitamina A del tomate o la zanahoria.