Dentro del grupo de los hidratos de carbono simples se encuentra la sacarosa, la glucosa, fructosa y galactosa. La lactosa, azúcar de la leche, también forma parte de este tipo de nutriente. A diferencia de los hidratos de carbono complejos, estos se absorben rápidamente aportando energía inmediata al organismo. Además de encontrarse de forma natural en alimentos como la fruta, miel, leche, jarabes... cada vez está más extendido su uso como ingrediente en productos fabricados tipo refrescos, bollería, dulces o salsas entre otros. Un consumo elevado de azúcares simples se relaciona con problemas de salud como el sobrepeso o la obesidad. Por ello es importante cumplir con las recomendaciones marcadas por organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) que limita su consumo a máximo el 10% del total de las calorías ingeridas durante el día.
Son abundantes en: azúcar y uvas.