5. USA GRASAS VEGETALES
La grasa es el nutriente más energético con 9 calorías por gramo, pero es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo. Las grasas de origen vegetal son insaturadas y no contienen colesterol.
Utiliza aceite de oliva virgen extra tanto para aliñar como para cocinar, pero no más de 4 o 5 cucharadas al día. También puedes incorporar un puñado de unos 30 gramos de frutos secos al día entre comidas o en ensaladas.
6. POSTRES SALUDABLES
Para terminar las comidas y entre horas, nada mejor que una fruta, a poder ser entera, natural y de temporada. Si prefieres un lácteo, procura que este sea natural y sin azúcares añadidos.
7. COME VARIAS VECES AL DÍA
No te saltes comidas. Si tienes apetito, es mucho más efectivo distribuir los alimentos en varias ingestas, con un horario regular y sin que pase demasiado tiempo entre comida y comida.
8. SÍRVETE MENOS CANTIDAD Y MASTICA BIEN
Ponte la comida en un plato no muy grande y llévatelo a la mesa. Procura poner una fuente con ensalada o verdura por si no te sientes saciado y te apetece repetir. Come despacio, masticando bien los alimentos y dejando los cubiertos en la mesa. De esta forma, notarás más fácilmente cuando estás saciado.
10. LA MEJOR BEBIDA, EL AGUA
Acompaña tus comidas con agua y bebe durante el día el agua suficiente para mantenerte hidratado, siempre que tengas sensación de sed. Las infusiones sin azúcar y los caldos también son adecuados para hidratarnos.
Estas pautas son básicas para perder peso manteniendo unos hábitos de alimentación saludable. No se trata de seguir, por ejemplo, una dieta de 1000 calorías con sus menús, pero estos consejos contribuyen a conseguir un cambio de hábitos de forma más saludable y sostenible en el tiempo.