Si tienes dudas sobre si eres o no sedentario, has llegado al artículo indicado. Hay muchas personas que piensan que llevan una vida activa. Pero cuando lo comprueban mediante los sistemas validados, pueden llevarse alguna sorpresa, y descubrir que en realidad son sedentarios. Otras personas dudan frente al significado de sedentario. ¿Y tú? ¿Sabes qué grado de actividad es el que realizas semanalmente? Sigue leyendo y descubre la definición de sedentarismo, si llevas una vida sedentaria y los efectos negativos de ser sedentario para la salud.
Todo sobre el sedentarismo: ¿soy sedentario? Detéctalo a continuación
De forma general, podemos decir que una persona sedentaria es aquella que a lo largo de una semana no realiza apenas actividad física ni tiene un estilo de vida activo. De hecho, cada vez es más habitual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más del 60% de la población apenas realiza actividad física. Aunque el sedentarismo está presente tanto en personas urbanitas como en habitantes de poblaciones pequeñas, la OMS estima que la superpoblación en las grandes ciudades y los múltiples métodos de transporte “pasivos” (que no requieren nuestro esfuerzo físico) son parte del problema. En definitiva, nos desplazamos mucho, pero nos movemos poco.
Para definir exactamente qué es el sedentarismo podemos diferenciar entre puntos de vista distintos. Por un lado, se puede evaluar el tiempo dedicado a practicar actividad física. En este caso, la definición de sedentario es aquel individuo que no llega a un mínimo de 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
Otra manera de definir “sedentario” es mirando el gasto energético. Así, una persona sedentaria es aquella que realiza menos de 5 sesiones de ejercicio físico moderado o de caminata de, al menos, 30 minutos por sesión. O bien que no realiza 3 o más días a la semana de actividad física vigorosa durante, como mínimo 20 minutos.
También existen otras maneras para definir a las personas sedentarias, por ejemplo, si la mayor parte de su día la pasa sentada o recostada.
Es momento de ser sincero. Aquí te dejamos unas preguntas que debes responderte con sinceridad, y que te ayudarán a valorar si eres una persona sedentaria.
- ¿Cuántas horas te pasas sentado al día?
El objetivo de esta pregunta es conocer el gasto energético. Si trabajamos en una oficina, o en la caja de un supermercado, con toda probabilidad pasaremos un tercio de nuestro día sentados. Si a eso le sumamos que otro tercio lo pasamos durmiendo, hay que esforzarse en que las 8 horas restantes sean más activas. ¡De nosotros depende gastar el último tercio en actividades lúdicas y deportivas!
- ¿Tu trabajo requiere esfuerzo físico?
No es lo mismo trabajar en un despacho que en la construcción, o ayudando a cargar y descargar materiales, que requiere mucha fuerza y se considera una actividad física intensa. Otras profesiones pueden conllevar estar todo el día moviéndose, como por ejemplo un camarero o el personal de enfermería en un hospital.
- ¿Cuántas veces a la semana practicas deporte o actividad física intensa?
Por ejemplo, realizando actividades como jugar al tenis, fútbol, básquet, correr, practicar artes marciales, aeróbic, spinning, escalada, o incluso subir escaleras con mucho peso.
- ¿Cuántas veces a la semana practicas actividad física moderada?
Se refiere a estiramientos, yoga, pilates, golf, natación, pasear, hacer bailes de salón, o hacer tareas de la casa como limpiar los cristales, fregar, mover los muebles…
- ¿Sueles desplazarte a los sitios caminando o en transporte? ¿Y subes las escaleras o utilizas el ascensor? Se puede no tener tiempo a lo largo del día, pero aprovecharlo al máximo en desplazarnos a pie para ir a los lugares o al trabajo y para hacer un poco de ejercicio moderado al subir por las escaleras siempre que podamos.
Si respondiendo a estas preguntas, has visto que la mayor parte de tu tiempo estás sentado, y no realizas un mínimo de 150 minutos de actividad física moderada repartidos durante la semana, o 75 minutos de actividad física intensa, tu estilo de vida probablemente sea sedentario. Si quieres profundizar en esto, puedes hacer el test del Ministerio de Sanidad para saber si eres sedentario pinchando aquí.
Tanto en España como en Europa la tasa de sedentarismo es muy elevada. De hecho, nuestro país es uno de los cuatro países más sedentarios del continente. Más de la mitad de la población adulta es sedentaria. Esto tiene consecuencias para la salud, algunas de ellas son:
- Aumento del riesgo de padecer sobrepeso y obesidad, pues se gasta poca energía y esta se acumula en forma de grasa. Esto aumenta a su vez el riesgo de padecer diabetes tipo 2.
- Pérdida de la masa muscular, por falta de tonificación y movimiento.
- Los huesos se pueden volver más frágiles, lo que aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas.
- Problemas cardiovasculares, pues la falta de movimiento no ayuda a la circulación de la sangre en el cuerpo, ni a la salud del corazón.
En contraposición, tener un estilo de vida activo aporta grandes beneficios en distintos ámbitos de nuestra vida. Por ejemplo:
- Previene enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes tipo 2, Alzheimer y ayuda a mantener un peso normal, disminuyendo el riesgo de sobrepeso y obesidad
- Aumenta la esperanza y la calidad de vida, algo importante para ser autónomos en todas las etapas de la vida.
- Hace que duermas y descanses mejor, ya que disminuye el insomnio y los problemas durante el sueño.
- Fomenta las relaciones sociales, especialmente en el caso de deportes en grupo o actividad física con más personas
- En los niños, la actividad física mejora el aprendizaje y el rendimiento escolar.
Solo hay una única solución: ¡moverse! Esto es, que la actividad física pase a ser parte del día a día. No es imprescindible ir al gimnasio: caminar, subir escaleras, pasear, bailar... Muchas actividades cotidianas ya suman para llegar a los 150 minutos mínimo de actividad física moderada semanal. Se recomienda complementar con ejercicios de fuerza, en casa o en el gimnasio, por ejemplo, una sesión de tonificación. Los fines de semana pueden aprovecharse para hacer planes de ocio activo, por ejemplo, una excursión en bicicleta.
Además, conviene ir evitando actividades sedentarias. ¿Cuáles son esas actividades sedentarias? Ver durante horas la televisión, estar tumbado con el móvil o jugar a videojuegos. Pero no estamos diciendo que haya que eliminar por completo estas actividades. Se trata de equilibrar nuestro tiempo de ocio entre actividades más movidas y otras más sedentarias.
Practicar deporte de forma regular es una buenísima opción. Si hace tiempo que no practicas deporte, lo recomendable es empezar con actividades más suaves. Por ejemplo, pilates, yoga, natación, baile, gimnasia acuática o paseos. De forma progresiva podrás aumentar la duración y la intensidad del ejercicio. El truco está en encontrar un deporte que te guste y te motive, y ser constante en la práctica. Además, practicar deporte tiene efectos positivos. No solo nos sentimos más ágiles y flexibles. Realizar una actividad física nos ayudará a bajar los niveles de estrés, a sentirnos mejor con nosotros mismos y valorarnos y nos hará más felices. El deporte ayuda a liberar endorfinas que nos ayudan a mantenernos más relajados y positivos.
Si quieres que tanto tú como tu familia deje el sedentarismo atrás, puedes seguir estos consejos para ser más activo, ordenados por edades.
Ahora ya conoces las ventajas de un estilo de vida activo. Si te has identificado con un estilo de vida sedentario, tiene una fácil solución. ¡Muévete, y di adiós al sedentarismo!