La principal función del azúcar es energética. Aporta 4Kcal por cada gramo.
El azúcar también se encuentra como ingrediente en refrescos, postres, mermeladas, golosinas… Todos ellos son productos con azúcares añadidos.
CUÁLES SON LAS RECOMENDACIONES DE SALUD
La OMS recomienda reducir el consumo de azúcar libre por debajo del 10% de la ingesta calórica total del día, e incluso sugiere que se reduzca a menos del 5%.
Si tomamos como referencia a un adulto que consuma 2000 calorías al día, el consumo máximo debería ser de 25 g, lo que equivaldría a unos 6 terrones de 4 g cada uno.
Los azúcares libres son los azúcares añadidos a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores. Incluyen también los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes y los zumos de fruta.
Pese a que las recomendaciones de la OMS no se dirigen al consumo de los azúcares intrínsecos presentes en las frutas y verduras frescas enteras, sí que lo hacen respecto a los zumos concentrados que se extraen de ellas.
CÓMO SABER SI UN PRODUCTO CONTIENE AZÚCARES AÑADIDOS
En la etiqueta de los productos se puede comprobar si un producto lleva azúcar y qué cantidad
Una buena manera de seguir las recomendaciones de la OMS es fijarnos en las etiquetas de los productos que compramos para saber la cantidad de azúcares añadidos.
La cantidad de azúcares que aparece en la tabla nutricional corresponde al total de azúcares del producto, tanto los intrínsecos como los añadidos. Para saber si el producto lleva azúcares añadidos debemos leer, además, el listado de ingredientes. Si entre los ingredientes de la etiqueta no aparece ningún tipo de azúcar, significa que el azúcar que aparece en la tabla nutricional es azúcar naturalmente presente en alguno de los ingredientes de la receta, por ejemplo, la lactosa de la leche. Si, por el contrario, en el listado de ingredientes aparece “azúcar”, significa que el producto lleva azúcar añadido.