Los azúcares, nutricionalmente hablando, son hidratos de carbono simples, un componente natural de la fruta y la verdura (sacarosa, glucosa y fructosa), la miel (fructosa y glucosa), los productos lácteos (lactosa) y, en menor medida, de los cereales (maltosa). También están presentes en el azúcar común (glucosa y fructosa) y de manera añadida en refrescos, postres, mermeladas, golosinas o lo que es lo mismo, en todo tipo de dulces (alimentos donde los azúcares son ingredientes o un elemento fundamental en la elaboración).
Los azúcares aportan 4 kcal/g. El azúcar, por sí solo, no aporta minerales y vitaminas pero si se consumen alimentos que lo contengan de manera natural (ej. leche, fruta), indirectamente sí. El consumo excesivo de azúcar común y dulces, principalmente en niños y adolescentes, favorece la aparición de caries, puede provocar un aumento de peso, e indirectamente contribuye a que se reduzca el consumo de otros alimentos como frutas, desequilibrando la dieta en general. Se recomienda un consumo ocasional y moderado de dulces y, que la ingesta de azúcares simples no sobrepase el 10% del total de nuestra energía diaria.
Pueden ayudarte en caso de: colesterol y actividad física.