En cierto momento empezó a difundirse el mito que la fruta, después de comer, se digiere mal ya que fermenta en el estómago. Por otro lado, se decía que comer fruta antes de comer era mucho más recomendable para aprovechar los nutrientes.
Lo cierto es que tomar la fruta antes, durante o después de las comidas, tiene el mismo efecto sobre la digestión y su aprovechamiento nutritivo. No hay ninguna evidencia científica que se digiera peor por ir al final de una comida. Por tanto, comer la fruta antes o después de los otros alimentos es solo una cuestión de preferencias personales. ¡Lo importante es comerla!
MITO 5: Es malo comer fruta de noche
Los horarios son un tema recurrente en los mitos de la fruta. Un mito más que se desmonta igual que el de cenar fruta o si hay que comer la fruta antes o después de la comida. El momento del día o el orden de los alimentos no tienen ninguna influencia en los efectos beneficiosos de comer fruta.
MITO 6: Tomar un zumo es lo mismo que comer una fruta entera
Falso. Al exprimir una fruta se elimina buena parte de la pulpa (y por tanto de la fibra) de la fruta entera. Por eso, los zumos tienen una proporción de azúcares más alta y cuentan en la dieta como “azúcares libres” cuya absorción es muy rápida. La forma como se comportan los azúcares en la fruta entera y en un zumo es muy diferente.
Por eso, la recomendación es tomar, como mínimo, 3 piezas de fruta enteras al día. Los zumos, como mucho, pueden suponer una de las tres raciones recomendadas o ser una adicional. Es en piezas enteras, lavadas y preferiblemente con piel cómo se deben comer las frutas.
El consumo diario de frutas, igual que en el caso de las verduras, se ha asociado a un menor riesgo de enfermedades crónicas. Más allá de mitos, las frutas ocupan un lugar muy importante en la dieta mediterránea. Por eso hay que consumir, siempre que sea posible, frutas frescas, de temporada y de proximidad.