En la elección de los alimentos que se van a consumir el sabor (la interacción entre gusto y olfato) es clave, y el uso de condimentos puede influir. Los condimentos tienen la característica de potenciar el sabor de los alimentos, dar color a los platos y no modificar el valor energético (kcal) del plato final. Es importante que los condimentos den sabor al plato sin anular el que ya tienen, por eso se deben de añadir en pequeñas cantidades y poco antes de acabar las cocciones. Los condimentos más utilizados son: sal común, hierbas aromáticas, especias, vinagre y limón. Algunas especias y hierbas aromáticas presentan nutrientes como calcio, potasio, precursores de la vitamina A y vitamina C, pero en la práctica el aporte final es casi insignificante. Se necesitaría consumir una elevada cantidad de hierbas aromáticas o especias para que el aporte de nutrientes fuese relevante. Las hierbas aromáticas, especias, vinagre y limón se pueden utilizar para reducir la cantidad de sal común que se le añade a las comidas, y así mejorar el control de enfermedades como la hipertensión.
Pueden ayudarte en caso de: hipertensión y digestión.