Bueno para ti, bueno para el planeta

Beneficios para la salud del planeta

Una de las bases principales de la alimentación sostenible es el consumo de proteínas de origen vegetal en vez de las de origen animal.
Producir alimentos de origen vegetal es más sostenible y ecológico, por ejemplo: para producir un kilo de verdura se necesita menos agua, menos recursos naturales y menos terreno que para producir un kilo de carne. Además que conlleva una menor emisión de gases de efecto invernadero.
La alimentación sostenible defiende una producción de alimentos con un impacto ambiental reducido, en la que se respeta la biodiversidad y los ecosistemas, es económicamente asequible y, lo más importante, nutricionalmente saludable. Eso no significa renunciar a consumir alimentos de origen animal. La clave de una alimentación sostenible es dar preferencia a los alimentos de origen vegetal, en las cantidades recomendadas, así como a los productos locales y de temporada, apostando por la variedad y el equilibrio.
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