carnes

Las carnes tienen proteínas de calidad y son ricas en hierro hemo, zinc y vitamina B12

La carne es uno de los alimentos más consumidos y más apreciados. Su composición nutricional es muy variable ya que, dentro de la misma especie, varía según la edad del animal, la parte que se consuma o la alimentación del animal entre otros factores. En cualquier caso, sus proteínas son de buena calidad. La carne contiene colesterol y sus grasas son principalmente saturadas, aunque puede aportar también mayor o menor proporción de grasas insaturadas. La carne es una de las principales fuentes de hierro hemo, el tipo de hierro que el organismo absorbe con mucha más facilidad que el que proviene de verdurascereales y legumbres.

De la misma manera, el zinc presente en la carne se aprovecha mejor que el de los vegetales. También es rica en seleniofósforo y potasio. Destacan las vitaminas del grupo B, y especialmente la vitamina B12, que solo se encuentra de forma natural en alimentos de origen animal. Hay dos tipos de carne: la carne roja y la carne blanca. La diferencia entre ellas está en la cantidad de hierro (la carne roja contiene unos 3-4 mg/100 g de carne, y la carne blanca 1-1,5 mg/100 g de carne), y el porcentaje de grasas y purinas, que también es superior en la carne roja. Para seguir las pautas de la dieta mediterránea se recomienda un consumo semanal de 3-4 raciones (100-125 g/ración), priorizando las carnes blancas.

Pueden ayudarte en caso de: actividad física y anemia.

Contenido nutricional destacado
g saturadas
Grasas Saturadas

Las grasas saturadas pueden aumentar el colesterol en sangre.

Proteínas de origen animal
Proteínas animales

La proteína de origen animal está presente principalmente en la carne, el pescado o los huevos.

HIERRO
Hierro

El hierro es un mineral esencial para el transporte de oxígeno en sangre.

zinc
Zinc

El zinc es un mineral que ayuda en la cicatrización

¿SABÍAS QUÉ?
Conviene descongelar la carne en el frigorífico en lugar de dejarla a temperatura ambiente ya que las bacterias podrían contaminarla de manera muy rápida. Una vez descongelada, nunca se debe volver a congelar.

Se recomienda sacar la carne del frigorífico un poco antes de cocinarla para que se atempere. Si la diferencia de temperatura con la sartén es elevada puede endurecerse la carne.

Procura no cocinar a fuego fuerte, con mucho humo y con aceite muy usado. Cocinar las carnes en exceso puede quemarlas y formar sustancias dañinas para nuestra salud.